Por Martín Grosz
Una reforma del Código Alimentario habilitará una nueva generación de alimentos larga vida. Afirman que podría entrar en vigencia en las próximas semanas.
Tentado por una oferta, el consumidor toma un vistoso bife de ternera que el súper tiene fuera la heladera. Pasa por la caja, lo lleva a su casa y ni piensa en ponerlo en el freezer: lo guarda en un cajón del living. Seis meses después, lo tira sobre la plancha y queda tan rico como si lo hubiera cocinado el primer día. Escenas como esa, que hoy parecen de ciencia ficción, serán posibles pronto. Porque una reforma histórica al Código Alimentario Nacional permitirá, desde este mes, el desembarco en las góndolas de una nueva generación de alimentos “larga vida”. Productos que incluyen carnes frescas conservables hasta un a?o sin refrigerar y vegetales con un "aguante" inédito hasta pudrirse o brotarse.
Esto será posible porque los productores de alimentos quedarán habilitados a usar un método de conservación basado en tecnología nuclear, que consiste en exponer la comida a breves dosis de radiación gamma para eliminar sus microorganismos.
Hasta ahora la práctica, conocida como “irradiación de alimentos”, sólo se permitía para tratar unos pocos vegetales que casi no llegaban a las góndolas. Pero fuentes oficiales le confirmaron a Clarín que, “en las próximas semanas”, una resolución conjunta de los ministerios de Agroindustria y Salud habilitará el empleo de la técnica en ocho grandes clases de alimentos. Entre ellos carnes (de vaca, pollo, cerdo y otras), pescados y mariscos, frutas y vegetales frescos, bulbos y tubérculos, cereales, legumbres, semillas y otros....